Premios y castigosLos privilegios que la ley de financiamiento concede generan competencia desleal entre las empresas, erosionan el recaudo tributario, y castigan, por deleznables razones, al sistema financiero. Continúe leyendo en Semana.
Los privilegios que la ley de financiamiento concede generan competencia desleal entre las empresas, erosionan el recaudo tributario, y castigan, por deleznables razones, al sistema financiero. Continúe leyendo en Semana.