Las personas a quienes se les hizo sentir relativamente ricas tienden a creer más en la meritocracia que los que observaron una distribución del ingreso que los hace sentir más pobres. Es decir, quienes se sienten ricos atribuyen su éxito al fruto de su esfuerzo. ...Esta divergencia no obedece a diferencias en talentos, valores previos, o esfuerzos verdaderos entre los participantes. Refleja únicamente el efecto de hacer sentir a unos más privilegiados que otros. Para decirlo coloquialmente y simplificando, existe un cierto reflejo de los privilegiados a opinar que “los pobres son pobres porque quieren” (y los ricos porque lo merecen).
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